Llegó el momento y tus planes para este día se hacen realidad
Y lo mejor de todo es poder recordarlo como un día repleto de emociones. Porque en la boda de Ana y Fran el sentimiento y las emociones no faltaron. Y es que tratándose de personas tan emotivas es lógico que esto se refleje en forma de fotos llenas de ilusión. Imágenes captadas en el momento justo, sin posados, sin artificios, solo ellos y su familia.
Pienso que en este trabajo es muy importante captar el verdadero ambiente familiar, que la boda quede para siempre reflejada en unas fotografías naturales y sinceras. Al menos es mi forma de trabajar, y nunca me perdonaría interferir en el futuro recuerdo de cualquiera de mis clientes. Al fin y al cabo es su boda, y ser partícipe de algo tan sincero sin tener que modificar la realidad es lo que da sentido a mi trabajo.
La boda de Ana y Fran fue sin duda preciosa y emotiva desde el primer minuto, ya en las casas de los novios, pasando por la iglesia de los Frailes (San Hemenegildo, Dos Hermanas) y como guinda del pastel, toda la familia junta celebrándolo en la Hacienda San Miguel de Montelirio, donde compartimos baile con la música de la Orquesta Show el Tumbao.
Quiero dar las gracias a Ana, Fran y a toda su familia por darnos toda su confianza y cariño en un día tan especial. Siempre supe que esta boda que contraté cuando más frío teníamos, en la mesa camilla de mi oficina, sería muy especial y sin duda alguna no me he equivocado.